Caminando sin sentido.

Decidida a conocer el lugar me adentre en el bosque, camine un buen rato, pero nunca me di cuenta por donde andaba y acabe perdiendome en aquel inmenso bosque. Intentaba buscar la salida del lugar, pero comenze a desesperarme y comenze a correr, ya comenzaba a oscurecer y sabia que por mi bien no era bueno andar por ahi a estas horas.
-Bien.. ahora que-dije mientras corria.

Caminaba sin rumbo fijo. Pasaron los minutos y, por la luz mortecina que se colaba entre los árboles, pude adivinar que estaba anocheciendo. Aquel era un laberinto de maleza hecho para que cualquiera se perdiera. Winz, mi pequeño y travieso acompañante empezó a correr. Por la forma en que lo hacía, se podía decir que era algo así como un zorro, pero tenía más parecido con un conejo.

-¡Winz!- fui detrás de él. Se paró delante de una chica - Hola - saludé